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A 10 años de la muerte del comandante Ramón Tacho

El próximo domingo 26 de febrero, se cumplen 10 años del artero crimen, del entonces director de Seguridad Pública en esta ciudad, el comandante Ramón Tacho Verdugo.

Los matones planearon meticulosamente la celada contra Ramón Tacho, quien era experto en el manejo de armas, muy cuidadoso y hasta desconfiado en sus movimientos y contaba además con varios guardaespaldas, pero la acción fue tan rápida que ni tiempo tuvo de repeler la agresión. Además, los sicarios lo atacaron desde un flanco fijo y otro en movimien-to utilizando un arma mortífera de fabricación suiza denominada 5.7×28, cuyas balas atraviesan chalecos y carros blindados y le dicen la “matapolicías”. Fue uno de esos proyectiles el que le entró por el pecho y le perforó el pulmón derecho, lesión que según el dictamen médico fue la causa de su muerte; los otros disparos los recibió en el estómago y en la pierna derecha.

El día del ataque el comandante comentó a sus subalternos que iba al Ayuntamiento a una reunión, pero no reveló específicamente con quienes pues ese día no estaba programada ninguna reunión de cabildo y el alcalde Antonio Cuadras estaba en Hermosillo en una junta. Trascendió que antes de salir de su oficina recibió una llamada en su teléfono celular, pero tampoco se supo de parte de quién y se comentó que el aparato no apareció, aunque se dijo que pudo ser asegurado como un valioso elemento en la investigación.

Quizá esa llamada lo distrajo momentáneamente y no se percató que a pocos metros de su camioneta Cherokee que estaba estacionada frente al edificio de Seguridad Pública, per-manecía un individuo que supuestamente andaba vendiendo papalotes en la vía pública. Tacho salió del edificio acompañado de uno de sus asistentes, abrió la puerta de su Cherokee y cuando se disponía a abordarla el “papalotero” se le acercó y a quemarropa le hizo varios disparos. Antes de que los policías municipales alcanzaran a reaccionar, el agresor huyó y abordó una Cherokee que transitaba de norte a sur por la avenida 6 desde la cual el copiloto descargó un arma larga, para después huir a toda velocidad escoltada por un Jeep Liberty.

Mientras los subordinados de Tacho dispararon a los vehícu-los de los sicarios el comandante se desvaneció lentamente y alcanzó a pronunciar sus últimas palabras: “Ya me chingaron”. Luego se desmayó para no despertar jamás. Aunque de inmediato fue auxiliado por socorristas de Cruz Roja y trasladado al Hospital Latino, los médicos no pudieron hacer nada para rescatarlo de las garras de la muerte y falleció al sobrevenirle un paro cardiaco, a causa de la perforación del pulmón y la abundante pérdida de sangre.

Durante el ataque también resultó con un rozón de bala en la mano derecha el socorrista Héctor Chávez, quien salía de la benemérita institución cuando se desató la balacera.

En el lugar del atentado fueron hallados 40 casquillos calibre 9 y 44 milímetros y varios impactos en la parte frontal del edificio de Seguridad Pública y en dos carros estacionados a un lado de la Cherokee del comandante.

Inmediatamente después del atentado se desplegó un intenso operativo policiaco-militar en busca de los sicarios, mientras otro contingente de soldados rodeó las instalaciones policiacas y el hospital donde el comandante era intervenido.

Casi a la misma hora en la que Tacho murió la Cherokee negra que abordaban los pistoleros, fue hallada abandonada en un callejón en calle 20 y 21 avenida 13, en la que dejaron un rifle AR-15 y un cargador. El carro tenía un impacto de bala en el parabrisas, un en el cofre y restos de sangre en el asiento del conductor y se pensó que al menos uno de los atacantes fue herido por los policías. Además tenía en el vidrio delantero un permiso de importación a nombre de Carlos Antonio Barrón.

La muerte de Ramón Tacho causó hondo pesar en la comunidad aguapretense así como en Cananea donde laboró como jefe de Grupo de la Policía Judicial del Estado y comandante de la Policía Municipal del 16 de septiembre de 2003 hasta el 15 de septiembre de 2006.

Su cuerpo fue velado en Funeraria Renacimiento el martes 27, a donde acudieron personas y policías procedentes de todo Sonora a manifestar sus condolencias a sus familiares.

El día 28 por la mañana se le ofició misa de cuerpo presente en la iglesia de Guadalupe. Después se le rindió un emotivo homenaje en el edificio de Seguridad Pública antes de partir al cementerio Parque Renacimiento donde fue sepultado.

En el cortejo fúnebre, la carroza fue escoltada por policías municipales de Agua Prieta y Cananea, con el acompañamiento de más de 3 mil personas que apesadumbradas fueron a darle el último adiós. Durante el trayecto al y dentro del panteón, se escucharon las melodías norteñas preferidas de Tacho, algunas de las cuales grabó en un CD acompañado por el grupo La Montaña, cuyos integrantes lo despidieron como a él le gustaba, con música.

Ramón Tacho nació en Cananea, Sonora, el 30 de marzo de 1957. Laboró como Jefe de Grupo de la Policía Judicial del Estado (PJE) y comandante de la Policía Municipal del 16 de septiembre de 2003 al 15 de septiembre de 2006.

Se desempeñó en la Cruz Roja, después empezó en la Policía Municipal, donde era el jefe del grupo de investigaciones.

Después fue director de Seguridad Pública en Naco, Villa Juárez, Cananea y Agua Prieta y laboró por varios años en la Policía Judicial del Estado, en Esperanza, Guaymas San Carlos, Cumpas, Bacerac, Agua Prieta y Cananea. Se certifi-có en cursos importantes como PISA (Policía Internacional Sonora-Arizona), cursos en San Antonio, Texas, resolvió varios casos de homicidios, secuestros, recuperó vehículos robados y abatió robos a negocios y casas, la mayoría cuando era comandante en Agua Prieta, por eso se le conocía como el comandante de los casos resueltos.

Fue el comandante del año al esclarecer el caso de la niña violada, Claudia Patricia y atrapó al violador conocido como “El Mangas” y a su cómplice. También esclareció el homici-dio de su hermano Gonzalo en esta ciudad.

Ramón Tacho Verdugo, murió en el cumplimiento de su deber, al ser arteramente asesinado el 26 de febrero de 2007 afuera del edificio de Seguridad Pública Municipal siendo el autor intelectual Francisco García alias “El 2000”, quien el año pasado fue aprehendido y purga condena en un penal del Estado de Sinaloa…. Que en paz descanse…

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