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Valiente mamá hace 8 años lucha contra el cáncer

Con sus 3 hijos Mónica Cáñez ciudadana norteamericana y vecina de Douglas, Arizona, enfrentó de forma valiente un inesperado padecimiento oncológico en la base del cráneo que se le extendió hacia una parte de la columna vertebral.

Sentada al lado de su esposo Héctor Cáñez, en el estudio musical de calle 6 avenida 20, el pasado lunes, ella refirió que el tumor emergió en la base de su cabeza y se le extendió hacia la parte superior de la columna vertebral. Médicos del hospital del Tucson la atendieron y lograron combatirle el 90%, pero el 10% restante quedó dentro de su organismo ante el riesgo de vida que implicaba extirpárselo.

A la vuelta de un año, le creció al mismo tamaño que lo tenía en el 2008 y de nuev con tratamiento lograron erradicarle el 50% que ahora se le extendió de manera abrasiva hacia la espina dorsal.

Mónica dijo que tener cáncer no es llegar al final de la vida, sino al contrario, es una motivación muy fuerte para luchar por su salud y tener vida para dedicársela a sus hijos y a su esposo. “Le da todo lo que tiene uno para luchar, especialmente por los hijos”, afirmó. Su esposo mencionó que cuando Mónica comenzó a recuperarse se propuso alcanzar metas muy altas. Dijo que al principio de su recuperación sus piernas no le respondían y a la tercera semana estaba manejando su bicicleta y se trasladaba desde su hogar hasta la casa de su mamá que está al otro extremo de Douglas.

“Ahora mi meta es sanar mi espalda y poder hacer todo lo que me gusta, mis pasatiempos, volver a ser como yo era antes”, -manifestó-.

Apoyaba a organizaciones de ayuda contra el cáncer

A sus 42 años de edad, Mónica Cáñez se siente segura de alcanzar la mayor meta en su vida que es sanar del cáncer que tiene en una parte de la espalda. Indicó que antes del surgimiento del tumor canceroso, ayudaba a organizaciones que apoyan a personas enfermas sin imaginar que años más tarde ella estaría enferma de cáncer y lo iba a necesitar.

Entre estas organizaciones citó a American Cancer Society y Douglas Turkey Trot esta última dirigida por Linda Gómez, dedicada a recaudar fondos para apoyar a personas en-fermas para los gastos cuando van al hospital a recibir tra-tamiento. Dijo que varias organizaciones la han apoyado mucho en su tratamiento y en su camino hacia su salud.

En casa no se pronuncia la palabra cáncer…

La sobreviviente al cáncer, puntualizó que en su casa no se pronuncia la palabra cáncer, sólo tumor, al cual hay que vencer. “Para mí no existe la palabra cáncer, yo nunca digo tengo cáncer, yo nomás tengo un tumor que se tiene que quitar y al que le tengo que ganar”, enfatizó. Valientemente admitió que al decir la palabra cáncer es cuando el miedo le invade el alma, le entran las dudas. “Pero trato de no decir la palabra cáncer, es algo que tengo que combatir y seguir adelante y en mi casa no se pronuncia esa palabra”.

Consejos de un marido con su esposa enferma

Héctor, músico, admitió que al principio de la enfermedad de su esposa sintió miedo de perderla y tuvo que superarlo para infundirle confianza a sus hijos de que su mamá iba a vivir. “Luego los niños me preguntaban si su mamá se iba a morir y yo trataba de mantenerlos positivos, que no sintieran miedo porque su mamá se iba a aliviar”, reveló.

Dijo sentir gran admiración por su esposa, porque nunca se quejó y recomendó que los esposos deben siempre apoyar a su compañera en todo, más cuando están enfermas de cáncer. “Proporcionarles todo el apoyo que necesite ella y los hijos, en nuestro caso fueron nuestras familias se unieron, pero si no se tienen parientes, hay organizaciones que pue-den ayudar no sólo económicamente también de manera es-piritual”, recomendó.

Mónica dijo que aunque su cáncer no fue de mama o de matriz, toda mujer debe de realizarse exámenes preventivos, porque a tiempo es menos difícil lograr aliviarse.

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