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Ensalada de Letras 19 de Mayo

Con ladillas y sin uñas…

Q.- “Que sufrimiento tan grande ha de ser para un chavalón que en plena edad de la punzada, una vieja cochina le pega una enfermedad venérea que le causa muncha raquera y pa’ cabarla de chingar al mismo tiempo le cortan las uñas y no pueda rascarse”; me decía en su visita a esta chingonería de periódico, el tremendo garañón de la sierra Oswaldo Bermúdez, conocido con el remoquete de “El Patas Blancas” a quien le pregunté que si algo así le había sucedido a él, y me contestó que “nunca”, pero le pasó a su paisano y gran camarada Joaquín Enríquez, pero hizo la aclaración que estaba muy jovencito y aún vivía en su rancho donde aparte de hacerse justicia con su propia mano, por no saber lo que era una mujer agarraba corte parejo con la chivas, becerras, las burritas y hasta con la inocentes gallinas, por lo que su papá preocupado por esa conducta un tanto anormal de su chavo, llegó a la conclusión que eso se debía más que nada a que ya estaba en edad de merecer y disfrutar de las mieles del placer pero con una real hembra de carne y hueso, por lo que aprovechando que tenía que venir a Agua Prieta a comprar algunas cosas pal rancho, le dijo a su muchacho que se alistara para que lo acompañara, por lo que llegaron al Charco, se instalaron en un hotel y cuando empezaba a caer la noche y prendieron las luces en el lugar más alegre e iluminado del pueblo, se lo llevó a un lupanar, donde se lo presentó y encargó a una dama ya correteada en el oficio, a la cual le explicó que su “beibi” tenía apenas 17 años y no había ensartado su quinta extremidad en mujer alguna y so-lamente les había hecho pelo, barba y destronque a las hem-britas del campo, por lo que ya hecho el trato de tanto más, cuando ella lo llevó a su cuarto y con su gran experiencia en las artes amatorias y del placer le enseñó todas las posiciones habidas y por haber en el arte “culinario”, como son las del misionero, de perrito, salto del tigre y demás, aparte de las que él se sabía como las de yegüita, de burrita, de gallina y la de chivita en el precipicio y como aquel jovenazo venía como becerro de año, le dio batería a la vieja y la dejó muy complacida y aparte de picotiada la dejó picada, por lo que le dijo que lo esperaba la siguiente noche para impartirle la segunda lección.

Pero como aquel ingrato fue bajado del rancho casi a tamborazos, traía bien largas y mugrosas la uñas de las manos y de los pies, por lo que la dama le dijo que había quedado tan contenta con su jale de introducción de pitonte, que el servicio de manicure iba a ser por cortesía de la casa. Pero como el morro puñetero no sabía el significado de la palabra manicure pensó que se trataba de otra manera para él desconocida, de jalarle el pescuezo al guajolote, pero se desilusionó cuando la mujer le cortó las uñas de las patas y de las manos y como las traía todas mugrosas no tuvo más remedio que dejárselas bien cortitas.

Obviamente que la siguiente noche y ante la insistencia del retoño, el papá lo llevó otra vez al mismo congal y con la misma dama, con la sana intención que el chavalo se diera otra agasajada y él también aprovecharía para echarse una canita al aire con otra mujer.

Perp cabe aclarar que en aquellos años en que el Joaquín estaba joven, todavía no se descubría el SIDA ni los condones, por lo que no había tanta bronca pa’ desflemar el cuaresmeño y se suponía que las mujeres de por esos rumbos eran revisadas minuciosamente cada semana y no había el riesgo de contraer alguna enfermedad venérea, pero parece ser que algo se le salió de control a salubridad, pues a los 2 días el ranchero y su hijo andaban de compras en conocido centro comercial y se encontró a la vieja, quien lo saludó muy efusivamente, pero el chavo le respondió con el látigo de su desprecio, lo que le extrañó a la doña, quien para salir de dudas le preguntó: “¿Qué onda mi chavo, por qué me volteas la jeta, qué acaso no te acuerdas de mi y de las dos noches que nos dimos tremendo agasajo?”

Ante la insistencia y la pregunta el cabrón del “Joachi” se le quedó mirando y muy enojado le contestó:

“Cómo no voy acordarme de usted, vieja puta jija de la chingada, si fue la que me pegó las pinchis ladillas y pa’ cabarla de chingar me cortó las uñas y ahora no puedo rascarme..!!” 

Chamaco indecente….

C.- “Como bien dice el dicho, jijo de tigre pintito, el cual se aplica a todos aquellos que de chamacos y ahora de adultos han sido y son muy léperos”, nos decía el tremendo Miguel “El Carnalito” Silva, refiriéndose claro a su amigo de la “inflancia” y la “chupentud” y obviamente de la “bebejez”, el tremendo cautín conocido con el mote de “El Chato” García y quien voltea en chinga cuando le gritan “Eyyy, tu pinche Rodimiro cabrón”, de quien dijo que el que ahora le está sacando canas blancas y verdes es su socoyote que tiene apenas 10 años de edad pero es cabrón el pinche lepe, tan así, nos dijo el mitotero del “Carnalito”, que lotro día me encontré a mi compa y de volada noté que algo le sucedía, pues aparte de que su cara nunca le ha ayudado, ese día traía la trompa pabajo y sus ojos no tenían brillo, por lo que de inmediato le pregunté: “Oiga mi compa, a usted qué chingados le sucede o pasa que lo veo tan agüitado?”

El “Chato” inmediatamente se rascó la cabeza y respondió:

“No ¿pos qué chingados me va a pasar?, que el cabrón de mi hijo ya hizo otra de sus travesuras y me metió en una broncón de la jodida.!!”

Yo, -continuó diciendo el “Carnalito”-, con ganas de darle ánimo le comenté: “Vamos, vamos, no creo que sea para tanto, ¿pos qué pudo haber hecho un chavo de 10 años de edad que no tenga solución?, es más si usté me lo permite yo le ayudo a resolver el asunto de la cuestión”.

“No compa, -contestó el Chato todavía más achicopalado-, no creo que uste pueda hacer algo pos mi pinchi chamaco embarazó a la criada de mi casa..!!”

Al escuchar eso, le contesté: “Se me hace que debe haber un error, ¿cómo va a panzonear a la micifuz de su cantón su querubín, si apenas tiene 10 años, no es posible!”.

“Pos fíjese que no hay ningún error -dijo el preocupado papá- el muy jijo de mi chamaco agarró una espina de mezquite y con ella se puso a hacerles agujeritos a todos mis condones..!!”

Mujer economista…

C.- Con el buchi hinchado y a punto de ahogarse llegó a mi lionera “El Bacho” Chávez, con el fin de mitotiarnos lo que le pasó a su amigo y compadre José Luis “El Choco” Ramírez, de lo cual dijo se dio cuenta sin querer queriendo el lunes en la mañana al pasar frente al chante del Choco precisamente cuando la domadora del susodicho estaba pla-ticando con una vecina y ella le decía: “Ayy vecina, no sé qué vamos a hacer ahora que todo está subiendo de precio y el dinero cada día alcanza menos”.

Ahí fue cuando la ñora del Choco le contestó: “¡No pues sí, todo está muy caro, pero para ahorrarse dinero y que le alcance para todo haga lo que yo, que tengo más de un mes dándole croquetas para perro a mi viejo, diciéndole que es Maizoro, que contiene mucho calcio y se las come tan agusto que ni daño le han hecho..!!”.

Al oír aquello la vecina paró oreja y preguntó: “Oiga vecina pero ¿cómo ha respondido su marido a esa dieta?”.

La ñorsa del Choco le contestó: “Bueno pues más o menos bien, ya que desde que come croquetas le ha dado por corretear a una perra de raza pastor alemán que vive a una cuadra de mi casa y cuando regresa recarga la pata en el árbol de la entrada y lo mea..!!”

Y colorín colorado esta ensalada ha terminado y al que no le gusto, le doy la bendición de la hormiga: ¡Chingue a su madre y Dios lo bendiga..!!.

 

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