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Ensalada de Letras 7 de Abril

Por ser estos días de fin de Cuaresma y con la mejor intención de abstenernos de hacer uso de nuestra vul-gar manera de expresión, mediante la columna que venimos publicando desde años atrás, Ensalada de Letras Vencidas, por hoy aunque un poco retrasados a la celebración del Día Internacional de la Mujer, tenemos a bien rendirle un más que sincero reconocimiento a ella, que es la base del hogar, por lo que nuestra anécdota de hoy no va dirigida a ningún hom-bre en particular, por decir al llamado macho mexicano, pero sí lleva un mensaje del respeto que le de-bemos tener a la abnegada mujer, compañera amable de nuestras vidas, partiendo de que siempre tomamos las cosas por el lado que más nos conviene, alegando en nuestro favor lo mucho que trabajamos, mientras que la jefa del hogar se la pasa en casa más que campechanamente viendo sus novelas…

El nombre del protagonista de la siguiente anécdota que puede ser parte de la realidad, fue escogido al azar y se llama “Mauricio”.

Cierto día se levantó Mauricio Pardo, un buen amigo mío, con el gato encaramado es decir de un humor de los mil diablos, echándole hasta pa’ tamales a su esposa, todo porque el pañuelo tenía un pequeño lu-nar y alegaba que mientras él se sobaba el lomo todo el día como vil negro para darle a ella y a sus 3 hijos de tragar y sostener los demás gastos de la casa, ella se la pasaba más que chorona de pancita viendo todo el día la televisión y todas sus “taranovelas”.

Naturalmente que la mujer primero respondió de ma-nera débil, para después viendo que su marido estaba peor que Gabino Barrera, que no entendía razones, le dijo:

“Te propongo que te quedes haciendo el quehacer del hogar y yo como soy secretaria ejecutiva bilingüe saldré a buscar mi antiguo empleo, el cual estoy más que segura de inmediato me lo darán, pues las continuas ofertas de mi jefe aún sigue en pie”…

“Bien –contestó pa más que pronto Mauricio- ya rugiste, aviéntate a conseguir ese trabajo”.

La señora salió y ya bastante tarde estuvo de regreso y con una sonrisa a flor de labios le dijo a su marido:

“Bien, viejo, desde mañana empiezo a trabajar, así es que vete a acostar pa’ que estés listo en la mañana, yo me quedaré a leer el periódico “El Clarín” y veré el noticiero, allá te alcanzoooo”..

La noche transcurrió como es normal y a las 6:00 en punto, la señora le pegó con el codo en las costillas a Mauricio, al tiempo que le dice:

“Ya son la 6 viejo, levanta a los niños, dales el desayuno y llévalos a la escuela”. Mauricio se levantó medio “miope”, miopendejo casi dormido se metió al baño, se dio una arregladita de volada y se puso a preparar el desayuno para los niños y después llevarlos a la escuela, cuando regresó aún la señora estaba encantada de la vida en los brazos de Morfeo, al mo-verla ella se despertó con un genio de los mil demonios y con un gruñido le dijo: “Anda Maurisote, prepárame el baño, la ropa y luego me sirves el de-sayuno”; una vez terminada esta operación ella salió en zumba sin siquiera decirle adiós, menos darle un beso de despedida, Mauricio se pegó una manita de gato para ganar tiempo y salió de compras para hacerle a su vieja una comida de lujo. Cuando regresó a casa con el mandado, se dio cuenta que ya era muy tarde y aún le faltaba limpiar la casa, lavar los trastes y demás para luego proceder a hacer la comida antes de ir por los niños a la escuela, cuando regresó en cuanto entró a su hogar escuchó insistente el ring-ring del teléfono, era la señora que le hablaba para decirle que no la esperara, porque no iría a casa a comer. “Chinnn!, dijo Mauricio, todo mi trabajo para hacerle su comida favorita de nada valió”.

Ya por la tarde tuvo que llevar a los niños a su clase de inglés, de ahí a la de karate, de natación y de baile, para más tarde regresar a su hogar y ayudarlos con su tarea y a desapartarlos cada rato pues se la llevaban agarrados del chongo, luego los metió al baño y se puso a preparar la cena; apenas había acabado cuando llamó por teléfono la señora para decirle que no la es-perara a cenar porque lo haría fuera ya que tenía unos compromisos de negocios. En cuando colgó el teléfo-no escuchó un grito de uno de sus hijos que se cayó, abriéndose tremendo boquete en la frente y allá va de inmediato con el doctor, luego de unas horas de espera salió el doc y le dijo que la cosa no era de cuidado, que no se angustiara, que se calmara, a eso de las diez de la noche llegó de vuelta a su casa y por fin logró meter a los niños en la cama, bien se dijo para sus adentros, al fin, ahora sí a leer Ensalada de Letras Vencidas de “El Clarín”, empezaba con la lectura cuando un llorido lo hizo pegar tremendo brinco, era uno de los niños que lloraba porque tenía pesadillas, no tuvo más remedio que sentarse a su lado y al tiem-po que lo arrullaba le contaba un cuento y pa’ cuando éste se durmió, era casi la media noche, pobre Mauricio, a esas horas estaba más que destrozado, no podía ni moverse, se dejó caer en la cama sin poder agarrar el sueño, se levantó y se tomó una píldora para dormir y allá a las 2:00 de la madrugada por fin lo concilió.

Estaba apenas en el primer sueñito cuando sintió que lo movían y lo empezaban a acariciar, despertó de in-mediato y vio que era su vieja, la cual venía bastante tomada con un aliento a tequila, besándolo y haciéndole caricias, invitándole a hacer el amur a esas horas de la madrugada, vaya ingratitud de mujer, pensó, es que llegar después de andar en la calle tomando y ve-nir muy campante a querer que en aquellos momentos hiciera lo que él menos deseaba…, pues no, -se dijo para si Mauricio-, será la primera y última vez (como dijo Nerón cuando quemó Roma) que esto me pase…

Muy de mañana estaba Mauricio arriba de su auto y sin despertar a su vieja agarró aviada pa’ su trabajo, allá sí que estaba la gloria no en esa cueva de salvajes que era su casa!.

Desde ese día Mauricio trata a su señora con mucha consideración y llega siempre temprano sin oler a tra-go, muy amoroso, pues comprendió lo maravilloso que es amar y ser correspondido, a admirar a la mujer que sabe hacer del hogar un refugio acogedor, lleno de amuuurrr y ternura….

Es pues éste un mensaje de felicitación y comprensión a la admirable mujer y una experiencia que debemos agarrar todos los hombres…

Como la edición de El Clarín del próximo viernes Santo 14 de abril, no saldrá a la luz pública, que pasen feliz domingo de Pascua y no agarren muchos güevitos….