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Ensalada 30 de Septiembre

De mayitos, pendejadas y cosas piores…

Y.- Ya volvió el que andaba ausente y ese no consiente nada, nos dijo el famoso y popular Pomposo Soto, quien presume ser descendiente del Indio Cajeme, pero aquí en El Charco es mejor conocido como el azote de los mayitos, y que en su más reciente viaje a su tierra natal Cajeme, se trajo varios casos de la vida real que según él les han pasado recientemente a los mayitos y como  arri-bó con el buchi hinchado por la desesperación de darlas, que quede aclarado, dar a conocer las anécdotas de los también autollamados “Cobaneros”, en cuanto se bajó del autobús que lo trajo a esta su ciudad adoptiva, cogió monte en chinga rumbo a El Clarín a dejarnos historias de sus acérrimos enemigos deportivamente hablando los mayitos, ya que tiene muchos camaradas nacidos en Na-vojoa, a quienes estima, aprecia y no les tiene ni madre de asco, así que para no hacerla más de emoción ahí les van:

El Buqui Cambiado:

Una pareja de mayitos, después de cogerse cariño durante 15 años, de repente les dio por divorciarse, y fue la mujer la que le dijo a su ya casi ex marido:

– “Yo me quedo con el buqui, José Armando”

“¿Y eso por qué”, le preguntó él´

“Pues porque el chamaco es mío y no tuyo!”, le replicó ella.

“¡Pues si tampoco es tuyo!”, le contestó el mayito.

“¡Como que no!? ¿Y quién lo parió?”, preguntó ella.

“¡Ah pos no sé, ¿te acuerdas el día que nació, estando en el Seguro Social que se cagó y me dijiste que lo cambiara?”

“Pos sí..!”

“Pos… ¡Lo cambié por otro…!!!”

El Inclinado:

A un mayito que precisamente vino a visitar a sus parientes a Agua Prieta cuando iba bobeando por la avenida Panamericana admirando el arco del triunfo que está cerca de la Aduana, lo atropelló un ruletero que venía en chinga y como es normal todos los mitoteros se juntaron alrededor del pobre herido, el mayito, delirando empezó a gritar: “Por favor, inclínenme, inclínenme”.

Los pinches mitoteros lo empezaron a inclinar, pero el mayito seguí gritando: “Inclínenme, inclínenme!”

La gente ya no sabía como ponerlo y el mayito desesperado les gritó: “¡Bola de inservibles jijos de su madre, tonces si no hay por aquí una clínica de perdis hospitalícenme, pos me duele mucho el chingazo que me dio el Mario Meza con su ruletero.!!”

El Reloj Chispiador:

Un mayito que vino también a Agua Prieta a visitar a su primo “El Paquín” Ponce, ya de vuelta en Navojoa le mostró a un amigo un reloj que su pariente le regaló:

“¡Mira esto mira que reloj me regaló mi primo Paquín ahora que lo visité en El Charco: Da la hora, los minutos, los segundos, la fecha, tiene alarma, cronómetro, tiene linterna y radio”.

-“¡Excelente José Antonio, cuántas cosas!”

-“Pero eso no es todo, pos mi primo Paquín me dijo que me podía bañar con él, pero lo malo es que no encuentro el méndigo botón pa’ que tire el agua..!!”.

El Pingüino…

Se encuentran dos mayitos en el Mercado Municipal en Hermosillo, pero uno de ellos llevaba un pingüino de la mano, y su camarada le preguntó: “Oye, loco atarantado jodido, ¿qué chingados haces con ese pingüino?”

-“Pos nada resulta que me lo encontré en el Parque Madero y no sé qué chingados hacer con él”.

-“Tú si que no puedes negar la cruz de tu parroquia y a leguas se te nota lo pendejo, ¿por qué no lo llevas al Centro Ecológico de Sonora?”

-“Oye compa, qué buena idea, hoy mismo lo llevo al parque ecológico ese”.

Al día siguiente se vuelven a encontrar, pero el mayito sigue con el pingüino, por lo que su paisa, extrañado le preguntó: “¿Qué chingaos pasó contigo, qué no habías dicho que llevarías al pingüino al centro ecológico?”

-No pos sí ayer lo llevé y nos divertimos a toda madre y quedé tan contento con el pinche pingüino que hoy lo invité al circo..!!.”.

Mayito tenía que ser…

Me contaron que un mayito se vino pal Charco con la intención de cruzar de ilegal a los Estados Unidos, pero le tuvo que pagar mil dólares a un pollero en el primer intento, al segundo lo asaltaron los bajadores y a la tercera, que según él era la vencida lo agarró la Migra, total que se quedó sin dinero y empezó a buscar chamba en la Alstyle, pero cuando en la solicitud puso que era nativo de Navojoa le dijeron que esperara, que en cuanto hubiera una vacante lo iban a llamar.

Total que estaba pasando por serios apuros económicos, por lo que ante la desesperación decidió meterse de lleno en la industria del secuestro y se dirigió en chinga a la Plaza Plan de Agua Prieta, se escondió detrás de un pino y manoteó al primer chamaco que pasó cerca de él, se lo llevó a una casa abandonada donde estaba él viviendo de paracaidista y escribió una nota que decía:

“Tengo secuestrado a su chilpayate, si lo quieren ver vivo y de regreso, mañana me tienen que dejar detrás del pino donde me escondo en la Plaza Plan de Agua Prieta, exactamente a las 7:00 de la mañana, una bolsa del Mercado Ley que contenga 10 mil pesos”.

Firmado: “El Mayito Vengador”.

Luego dobló la nota y se la puso en la bolsa del pantalón al niño y le dijo:

“Vete directamente a tu casa y enséñales esta nota a tus papás…!!!”

A día siguiente encontró la bolsa en el parque, según las instrucciones, con los 10 mil pesos con la siguiente nota: “De a tiro la chingas, no puedo creerlo que un mayito le haga eso a otro mayito..!!”.

El Chorizo:

Resulta que en Navojoa un mayito tenía una fábrica de chorizo y le enseñaba a su hijo cómo funcionaba: “Mira hijo, si metes un burro por este agujero, pasará por esta máquina y saldrán por aquí los chorizos.!!”.

El hijo luego de pensar un rato le preguntó:

“Oyes apá ¿y si meto un chorizo por este hoyo tonces saldrá un burro por el otro?”

-“¡No!, no seas pendejo, te digo que si metes un burro por acá, pasará y saldrán por aquí los chorizos…”

-“¡Ahh apá ya entendí, entonces, meto el chorizo por acá y por allá saldrá un burro…!!”.

Ya desilusionado el padre mayito le dice: “No cabrón el único agujero al cual le puedes meter un chorizo y sale un burro, lo tiene tu chingada madre..!!”

El Espejo:

Un mayito iba por la calle y se encuentra un espejito de cartera, lo levantó, se miró y dijo: “Ah jijuela chingada, a ese pendejo que aparece en esa foto yo lo conozco”, y se lo guardó en el bolsillo del pantalón. De regreso a su casa, volvió a mirar el espejito y repitió:

“Chingadamadre, ¿de dónde conozco a este cabrón?”.

Al entrar a su casa, se guardó el espejito y se sentó a la mesa del comedor. Mientras su doña la Chepa le servía la comida, el mayito se miró en el espejito y volvió a decir: “Que chingado creo que este compa yo lo conozco, si mi única neurona viva no me falla, creo que es el que se corta el pelo frente a mi..!!”.

Curiosa, como todas las mujeres, la Chepa le preguntó: “Oye viejo, ¿qué tienes en la mano?”,

“Nada importante mujer”, y guardó el espejito en el bolsillo del pantalón, terminó de cenar y se fue a dormir, y como todos los días dejó el pantalón sobre la silla. La Chepa intrigada y curiosa una vez dormido su esposo, se acercó a la silla, retiró el espejito del bolsillo, se miró en el mismo y dijo: “¡Lo sabía!, ¡Una foto de mujer!, ¡Y cara de puta tiene la jija de la chingada…!!”.

 Y colorín colorado esta ensalada ha terminado y al que no le gustó le receto atol pozol y vinagre y que chingue a su madre..!!