Ensalada de Letras 23 de Diciembre

Palitos chinos…

H.- Hasta que dio señales de vida nuestro popular amigo Arturo Vásquez, mejor conocido con el remoquete de “El Brother”, y todo se debe a que siempre con el fin de desearme feliz Navidad o Merry Crismas como dice ahora que es gabacho, aterrizó afuera de mi lionera y me dio el abrazo y me dijo: “Mira Mac, con eso de que mi nueva patria, los Estados Unidos, ya hace tiempo ha sido invadida de chinos, éstos se han venido estableciendo a lo largo y ancho de nuestra ciudad Douglas, Arizona, tal como lo hemos venido viendo por todos lados se ven los pequeños hombres ojitos de rayita con sus negocios es-tablecidos, pero sin duda que éstos orientales son una chingonería en cuanto al comercio se refiere, así como pa’ ahorrar dinero también para eso se pintan solos, helo madre que sea con cachirul o chapuza pero ellos unidos son uno y hasta con el sexo son cooperativos, tan así que te narraré este cuento blanco tal y como me lo contó una conocida amiga y lo haré haciendo eco a lo que escribe el “Chery” en su columna Oh Témpore, pues el citado caso sucedió en aquellos años cuando yo le amargaba la vida a Adolfo “El Chalío” Jó, y todo se desprende a que en días pasados me encontré con mi íntima y querida “amiga” Amelia quien me invitó a revivir viejos re-cuerdos que jamás olvidaré, estando entre ellos un caso chusco o serio según lo quieras ver y te lo diré Mac con la única condición de que todo quede entre tu y yo, por ello te ruego no lo publiques”.

Así, confiando en que tal como soy un arca de pirata, discreto pues, me narró el detalle que le pasó su “amiga” Amelia…

Todo sucedió cuando la Amelia, cierta noche que traía ganas de divertirse a su modo decidió ir a Douglas a me-terse a una cantina a dejarse caer unos churumbones y claro que de suerte encontrarse un “transnochado” como dice Fox, que la invitara a bailar y pasar un buen rato, y vaya que sí, pues a los pocos minutos de estar junto a la barra llegó un ojitos de rayita o sea un chino, ni feo ni guapo, pos todos están concebidos con el mismo molde, son iguales, el cual al mirar a mi amiga Amelia, siguió diciendo “El Brother”, para más que pronto comenzó a dispararle tragos, para al fin cuando llegó la 1:00 de la mañana hora límite de cerrar las cantinas en Douglas, el chino la invitó a su departamento a seguir tomando claro con las intenciones de pasar un buen rato, que obvio es decir a los pocos brindis ese buen rato se vino cuando ya recostados sobre la mullida alfombra empezó el bonito arte de hacer lagartijas sobre ella, así pues, tal y como la Amelia se lo contó al “Brother”, se aventaron el primer round o sea echaron el primer pichón y tras un buen rato de llevar a cabo el mutuo acuerdo, el chinito empezó a sobarse y agarrarse el estómago y enseguida se disculpó diciéndole que iba al baño y así lo hizo, sólo que al mi-nuto salió y volvió para seguir con el segundo pichón y según le dijo la Amelia, nos lo aventamos, en fin que ya estábamos encarrerados como el ratón, pero al ratito se volvió a sobar el estómago y dijo: “Peldón jany, pelo voy de nuevo al baño”.  Y sí hacia allá se dirigió para al minuto salir el desgraciado chinito como nuevo y para más que pronto se avienta el tercer round y no bien hubo sonado el campanazo final, o sea cuando acabó, cuando de nuevo se agarró la barriga y dijo: “Peldóname mamacita pelo tlaigo cholo y voy de nuevo al baño”. Y así fue, y no bien había pasado un minuto cuando salió en chinga con renovados bríos, pues se veía enterito el desgraciado oriental después de haberse aventado 4 pi-chones, y sí, pa más que pronto me abrió las zancas y se tiró a matar hundiendo el estoque hasta la empuñadura y tal como dicen que no hay quinto malo se lo echó facilito. El se veía enterito y yo que pa’ las lagartijas colchoneras soy campeona me sentía cansada y adolorida, pero una vez que el cabrón chinito acabó me dijo: “Peldóname amor, pelo tengo que ir de nuevo al baño”, y agarró hacia allá en chinga y lueguito salir como lechuguita del Walmart, bien fresquecito, enterito y pa’ más que pronto se me encaramó entrepiernado, lo que claro no dejaba de admirarme la fortaleza del pinche chino pal embodegue del pitonte, y luego tan seguido, pero en cuanto me dio la estocada final se pegó una encorvada y dijo: “Olita vengo, voy pal baño”, y así fue y no había pasado ni el minuto cuando veo que sale fresquecito tal como becerro de año y sooopapaaasss que se me deja ir para aventarse el séptimo palito, siendo que para esas alturas yo estaba más que jodida y llena de engrudo pues la verdad ya no quería queso, sino salir de la ratonera y ni modo, ya estaba más que puesta con las piernas haciendo la V de la victoria y claro pensando en un buen propinón y me la dejó ir hasta onde sembró Jelipe y en cuando zacatito zacatón dijo que iba al baño y que luego volvía y agarró en chinga, sólo que yo también por la tracatera que había recibido me dieron ganas de ir a miar y de volada arranco pal baño y al abrir la puerta que voy viendo que adentro se encontraban 7 méndigos chinos, por lo que luego comprendí me estaban jugando al echar pichones de relevo todo por el precio de uno, pues hasta en el sexo son cooperativos y mira “”Brother”, que de no haberme dado cuenta, me hubieran pagado por una sola cogida en lugar de las siete que se aventaron estos pinchis chinos cabrones..!!”. ¿Cómo la ves Mac?, dijo carcajeándose el pinche “Brother” Vásquez.

Rapidines…

E.- En días pasados me encontré con Juan “El Burro” Delgadillo, a quien no mirojiaba desde hace años, por eso en cuanto me vió me dijo:

“Que bueno que te encuentro Mac, tenía ganas de ello nomás pa’ comentarte mi reconocimiento a aquello que dice y vaya que diche bien, cría fama y acuéstate a dormir, te digo tal por el hecho de que allá por el rumbo donde resido, muy cerca de mi chante vive una chamacona, una cosa linda que estoy seguro que ni los peditos le apestan, a la que hace días la miraba coqueteando con el “El Chícharo” Gracia, a quien mejor se le conoce como “El Palo Más Rápido del Oeste”…

Pues bien este cabrón “Chícharo” cada que tiene oportunidad lo confirma y verás porqué, resulta que le echó los perros a la chamacona y como es de necio pues cayó redondita.. Y cada día la acariciaba superficialmente y claro sin faltar los besitos de lengüita y cambio de saliva hasta que un día la calentó tanto que ella decidió mocharse con la nalga, siendo así como se la llevó a un cuarto de hotel y ahí al tiempo que la besuqueaba la iba despojando de la ropa hasta que la dejó en cuero de rana, para así él que para todo es rápido, en menos de medio minuto se quedó bichi y bolas, según narró ella, que ya en posición de recibir él se la dejó ir y ¡ñacas!, juímonos pa dentro y claro ella ni tiempo tuvo de bien acomodarse cuando él comenzó a decirle:

“Ayy te van… ayy tevaaannn y aayy te vaann”, por lo que ella un tanto encabronada le dijo: “Chícharo, como amante vales una rial y celestial chingada”, y él con mucho sentimiento le dijo: “Que bah mi amurr, como eres injusta, ¿cómo puedes formarte un juicio de como soy pal amuuurrr, nomás por solamente quince largos segundos que duramos ensartados de la vida.??”

Y colorín colorado esta ensalada ha terminado y al que no le gustó le receto la bendición de la cotorra: Chingue su madre y Dios lo socorra…!!!