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Ensalada de Letras 9 de Diciembre

Anécdotas de personajes locales…

Como todos saben que Pepe “El Mono Sonso” Gastélum es uno de nuestros artistas preferidos, actor de pri-mera línea, el cual cuando su nombre sale en El Clarín las páginas de este pasquín se engalanan. Por otro lado, tenemos otro actor de la misma línea y pegue en el sector femenino, el no menos popular Daniel “El Mito” Otero, ambos dos en dúo y a la par, son residentes del Barrio del Ferrocarril.

Pues bien, ya identificados los personajes, pasaremos a narrar la odisea que este par de caritas pasaron y que si bien no causó mal alguno, es decir de gravedad, sí se asegura que ambos se sienten contentos el uno y realizado el otro. La historia comienza allá por la calle 3 avenida Perímetro en el Traque, donde se reúne el “Mono Sonso” y toda su tropa a hacer remembranzas, contar charras no coloradas, bien guindas las jodidas, mismas que festejan al calor producido por la cheve que devoran asimismo al calor emanado de las llantas que queman, porque de que queman, queman..!!.

Así pues, ahí salió a colación aquella aventura que el Pepe “El Mono Sonso” Gastélum tuvo aquella ocasión que lo agarraron de mojado los migras gabachos y que para ponerlo en libertad a él y sus amigos lo condicionaron, ya que el Pepe presumía de macho mexicano debía demostrarlo fajándose a 15 empetatables gringuitas, lo que debía hacer en fila india, sin intermedio alguno ni pa’ miar. Pues se echó a 14 de ellas y con la número 15 el “sin orejas” rajó leña y nomás no y se quedó a un solo out de la victoria, estando la gringuita en 3 bolas y 2 straiks, festejaron la bola de gandallones, la aventura del “Mono Sonso” y no faltó el oportuno que dijera:

“Y qué onda “Mono Sonso” si nos aventamos de vuelta y nos llevamos de cuarto tronco al “Mito” Otero, de tal manera que si nos agarra la migra y nos ponen la prueba de 15 gringuitas pa’ darles su llegón, les decimos que traemos un auténtico burro manadero, así es que si le avientan nó 15, sino 20 gabachitas, “El Mito” les hace nieve y le sobra pa’ una puñalada en la madrugada..”.

Pinche “Mito”, no bien escuchó, cuando imitando al Chavo del 8 levantó la mano y moviendo el dedo afirmativamente decía: “Eso, eso, eso”.

Así pues decidió el grupo que sumaba 8 cabrones, hacer sus tilichis, preparar el lonchi y pedirle al “Tuca” su walkie talki pa’ en caso de perderse o una emergencia por medio del walkie talki hablarle a la patrulla para que los levantaran, conscientes que si no los agarraban llegarían al campo palmillero y a ganar dólares a lo perro, en caso contrario el pinche “Mito” Otero le daría vuelo al Sin Orejas con 15 o más muy empetatables gringuitas, y ellos se deleitarían con el show..!!.

Así pues, otro día por el lado mexicano agarraron raite hasta el Rancho San Bernardino, ahí las probabilidades de que los agarre la migra eran remotas, por eso decidieron brincar ahí, no sin antes recibir de parte del ranchero la advertencia que el terreno que recorrerían a golpe de calcetín era panino de la terrible víbora de cascabel cuya picada si nó se atiende de inmediato y adecuadamente ésta es mortal por necesidad. Así pues temprano agarraron monte, ya pal medio día el sol al pegarles en forma directa hizo que le pusieran duro a la poca dotación de agua y con el hocico reseco siguieron su aventura como el caballo blanco; al subir una lomita divisaron a lo lejos una patrulla de la migra y decidieron hacerse pendejos un rato hasta que los gringos se fueran, ya para entonces, la sed les tenía el hocico seco, ni saliva tenían; en eso el “Mito” sacó un bote de cheve que llevaba fa-jado y decidió darle vuelo, no sin recibir antes la advertencia que por estar caliente aparte de ni quitarle la sed le daría tremenda cagalera, cosa que al “Mito” le valió madre y abriendo el bote dijo: “Rico licor dulce tormento que haces afuera, vamos pa’ dentro”, y bolas, nomás se escuchó un prolongado glu glu glu..!!.!

Así pues se quedaron en espera que los migras se fueran no habían pasado 30 minutos que el “Mito” se tomara la cheve caliente cuando sintió un ronroneo en las tripas, al rato sintió un torzón y éste creyendo que se trataba de una viento loco levantó la patita y bolas soltó un pedote, sólo que éste le salió carnavalesco o sea con pequeños confetis de serote y de volada dijo: “Orita vengo Pepe, pues el pedo me salió premiado y voy para aquellos matorrales a cagar”. También le dijo el Pepe: “Pero ten cuidado este terreno está lleno de víboras de cascabel y si te pica una, pues como que ahí nos vemos”..

Así pues el “Mito” se sentó atrás de un nopal y boolas que se desfonda, para esto y como calza grande, el “Sin Orejas” casi le pegaba al suelo, cuando de repente se es-cucha un horrendo alarido y el grito de “Aay mamacita, ay mamacita, la cascabel me picó en el Sin Orejas, en la pura chompeta, mira Pepe, mira la picadura, aayy mi “Sin Orejas”, aay me voy a morir, me voy a morir y voy a dejar media docena de viuditas en Agua Prieta, sálvame “Mono Sonso” lindo, sálvame, no me quiero muurrirr, no no no..!!”.

Y el “Mono Sonso” enojado, dijo: “Ni modo, volvimos a perder, tendré que hablarle a la migra y nos van a llevar el corralón y ni modo que éste pinche “Mito” cagón les faje a las 15 gringa pa que nos dejen libres, así que no queda otra más que llamar a los güeros”.

Así pues tomando el walkie talki a manera de micrófono empezó a hablar según éste pendejo en el más depurado idioma de Chakispiri, diciendo: “Alouu, alou alouu”, al momento recibió respuesta de la migra que le dijeron: “Hello, jú espiking?”. El Mono Sonso volvió con su babosada al decir: “Alouuu alouuu alouuu, yu hablarrr español?”. “Not much, un poquitos –le contestaron-, but juat pedit yu gorgorit?”.

“Ou -dijo el Pepe hablando en perfecto inglés-, ouch míster you saber nosotros ser mocho mojados, estarlos viendo ostedes desde boena distancia, perrouu por lo pronto nosotros tenerer un apurros, un víbora cascabel picarrle a my friend, yu míster decirme que hacerrr rápidou si nó mi amigous murrirrse”.

“Okey -dijo el gringo-, nosotros ir por ostedes, nosotros no querer moertos, entonces tu ver donde picar víbora a tu amigo, ahí hacerle una cortada y chuparle todo el veneno, mientras llegamos, pero hacerlou rápidou si nó your friend moorrirr…”…

Al escuchar la única solución para salvar al “Mito”, el “Mono Sonso” exclamó: “En la madre, ora sí que me creció por andármela jalando, pues no le dije al gringo que la víbora le picó al Mito en el Sin Orejas, y en la mera chompeta, ni modo, ahí le chupo madre, mejor que se muera!!”.  En eso voltió a ver al Mito que empezó a ponerse bizco y empezaba a salirle espuma por la boca y exclamaba: “Pepito lindo, sálvame, sálvame, no me quiero morir, no quiero murirme cúrame por plis!”

Dice uno de los ahí presentes el “Tuca”, que el Mono Sonso sacó una navaja, se acercó al Mito y acto seguido se escuchó un: “Ay mamacita ay mamacita, ya no me cortes, pero que al rato el llorido del Mito cambió y decía: “Aayy chúpale pichón, chúpale pichooón..!!..

La verdad no sé qué pasó, el caso es que por doquier se ve al Mito” Otero feliz de la vida y por otro lado al “Mono Sonso” que siempre trae en el brazo una víbora de cascabel con la cual amenaza a sus amigos que se las echará pa’ que le pique y él salvarlos de muurrriirr…!!! ¿Pues qué chingados pasaría?..

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