Ensalada de Letras 12 de Agosto

No sabe ligar…

D.- Deveras que hay jóvenes que tal parece viven en el limbo, son inocentes de pocas madres, quizás por eso a pesar que tienen sus añitos, siguen cotorrones, pues no saben cómo tratar a una mujer, no sé si por timidez o por pendejos. Resulta que el sábado se me antojó aventarme una cheve en el KCs, donde el mero chingón que hace peer las burras es el güero cotorrón del “Huachango” González y para el caso, para que el rato sea más ameno tiene ahí en la barra al “Topacio” Bencomo, un lépero que al solo verlo, el buen humor le llega al cliente.

Pues bien, ya sentado frente a la barra le pregunté por “El Huachango” y éste me contestó: “Pues mi patrón creo que ya no es el mismo de antes, me refiero a su carácter, pues se empieza a amargar”. Al oír tal le pregunté que si ese cambio se debía a lo malo que están todos los negocios y que a lo mejor también ahí ya se sentía la situación más que dura, que nos trae a todos hablando latín, latón y lámina acanalada. “Mm que bah, -dijo el Topacio-, la crisis por aquí ni la nariz asoma pues nuestro servicio es de primera, quien nos visita la primera vez de que vuelve, vuelve, no mi buen el cambio de mi patrón se debe a que como ya le va pegando al cincuentón y aún está cotorro, pues como que la cama le empieza a pedir vieja para a la hora que se le antoje des-flemar el cuaresmeño, tiene a la mano la materia prima.

“Bueno -le dije- entonces por qué no se busca una buena pedorra, se casa y ya”. “Pos sí, -dijo el Topacio, eso se lo he dicho un chingo de veces, pero como es muy tímido o muy simplón, como que no pega, verás porqué: El otro día que presentamos aquí un grupo machín tuvimos casa llena y nenorras hubo a lo pendejo, por cierto que una de ellas un forrazo le estaba coqueteando al “Huachango”, pues a leguas se veía que ella quería “cabeza”, él se dió cuenta pues el coqueteo se veía a simple vista, lo que a éste pobre jodido como digo ya sea por tímido o pendejo lo chiveaba más y le dije: “Órale, llégale a esa nenorra, a leguas se ve que quiere contigo”, y me dijo que como era la primera vez que iba a sacar a bailar, no sabía qué palabras debía decirle para complacerla. Por eso le dije: “Mira Huachango, eso es lo más fácil, todo lo que tienes que hacer es elogiarla, por ejemplo digamos si ella tiene ojos grandes, tu le dices que a pesar de ello son muy bonitos muy hermosos y así te la llevas por el estilo a pura palita clavada…”.

Así pues ya aleccionado, el “Huachango” se aventó al ruedo y yo en la barra a seguir jalando y manoteando un ferión. Total se acabó el baile, se quebró una taza y cada quien para su casa. Otro día a lo mismo, abrimos el KCs al rato llegó el “Huachango” con un ojo morado, y le pregunté: “Qué pasó mi jefe, no seguiste el consejo que te di?”; y me contestó: “Pues por eso por haber seguido tu pinchi consejo traigo este chingadazo en el ojo, pues cuando la besé le dije, tus labios son gruesos, pero que dulces saben y eso le gustó un chingo, luego ya entrados poquito en calor le metí la mano por abajo del brassier y le cogí las chichitas y las empecé acariciar y le gustó, pues empezó a resollar como si hubiera corrido unos 200 metros y le dije: “Tienes las chichitas bien grandes pero muy hermosas y paraditas y duras”, y eso le gustó”.

“Bueno -le dije-, para ser tan pendejo todo lo que ibas haciendo es lo indicado, como te dije, que a las mujeres les gusta que las alaben”. Tonces el Huachango poniendo cara de menso dijo: “Pos tal como dices, todo iba a toda madre, nomás que como soy medio pendejo pues tenía que cagar el palo y fue cuando le quité la tanguita, que casi casi por no decir nada era lo que le cubría aquel pedacito que se me antojaba morderlo”.

“Y si todo iba bien pa’ que te dieras tu buena agasajada, qué fue lo que pasó?”. Entonces el “Huachango” agüitado dijo: “Pues como me dijiste que en todo la elogiara, así lo hice, al quitarle la tanguita empecé a examinarla bien en aquel rico pedacito y le dije: “Mamacita tienes un agujero muy grande, pero deveras que no apesta mucho, y ahí fue cuando me dio un rodillazo en el ojo que por poquito me lo revienta..!!.

Renovación imposible…

Q.- Que cosas tiene la vida, pues ni duda cabe que a veces hasta sin querer cagamos el palo, todo viene a que mi licencia para manejar estaba vencida y vaya eso no era lo pior sino los compromisos en que me metía, pues ese año cuando fui a la Agencia Fiscal, a lo mejor por caerle mal a quien me tomó la foto salí mal, mejor dicho feo pero con ganas, con coraje, salí tan feo en la foto que comparado con lo feo que soy ya en lo original, en el mono salí tan jodido que se puede decir que en cualquier cueva podía entrar saludando la mano con sólo enseñar la foto de la licencia. Eso por un lado, por el otro sobra decir que al mostrarla en un retén para más que pronto empezaban hacerme muchas preguntas pos la finta aparte de feo, lo de malvi resaltaba. Así pues al ir a renovar la licencia a la hora que me iban a tomar la foto le dije a la encargada de ese departamento: “Wara moment güera quiero pedirle un favor si no es mucha molestia”. “Claro que no -dijo muy atenta-, usted diga. para eso estamos para atender al público”. Entonces le expliqué lo de mi licencia vencida en la cual la foto que me habían tomado parecía lo habían hecho con dolo y pa’ ello le suplicaba me la tomara de un buen ángulo, con perfecto enfoque pa’ salir poquito guapetón. Tons ella muy atenta se me quedó viendo y me dijo: “Ay señor que pena siento no poder atenderlo como usted me pide que lo saque guapetón, pero quiero aclararle que sólo soy la encargada del departamento, hasta ahí, pero no soy Jesucristo pa’ hacer milagros..!!”.

Portero de puntadas….

D.- Dicen que en la guerra y el amor todo se vale, pero chingao, eso de que en el fútbol también salgan con que todo se vale, pues como que no va y veamos por qué:

En la Infonavit Alamito de puro cotorreo todas las tardes en el campo detrás del bordo se llevan a cabo juegos de fútbol, en los cuales para no verla de barbas se apuestan entre los equipos contendientes un 24 de cheves bien heladas, bueno hay que ver el calor con que juegan, hay que ver las ganas que le meten, pues ya sabrás lo reconfortante que viene siendo devorar después de 90 minutos de juego un par de cheves. Y por los comentarios que se dejan oír, una tarde me animé a ir a ver un juego que la neta hasta cierto tiempo esta agarrado y hasta me aventé una quiotra porra, todo iba al chingazo, pues aunque no lo creas lector con la fama de desmadrosos de que goza la raza de la Info Alamito, en el campo estaban jugando como profesionales, claro hasta que un cabrón cagapalo de los que mucho abundan por allá, tenía que salir con su chingadera, él es nada más y nada menos que el terrible “Sabbath” Aguirre, un cagapalo natural, pues las leperadas le salen solas, éste estaba jugando como portero y era una muralla que ni el viento dejaba pasar, pues si no era tanto el buscar ganar el juego, sí era el ganarse el cartón. Así pues el juego seguía pero de repente “El Lalo” Lucero, un goleador natural burló la defensa y se dejó ir sobre el marco a meter gol. El portero o sea “·El Sabbath” al ver que el gol era inevitable y por lógica el 24 se le iba de la boca, al tiempo que decía “Ay mamacita a este pinche Lalito no sé cómo pararlo”, ahí surgió lo insólito, lo increíble, pues como lépero que es, al ver que el Lalo se disponía a tirar a gol, el cabrón “Sabbath” se desabrochó el cinto y los pantalones con toy calzoncillos, se los bajó hasta los tobillos, se chinquechó y al tiempo que con las manos se abría las nalgas dejando ver el chiquito que por cierto lucía varias cascaritas de mierda seca, colocado bajo el marco de la portería gritó: “Órale pinchi Lalo, anota gol”. Sobra decir que tan insólita y tremenda puntada hizo que el Lalo pateara pal lado de la chingada, saliendo el balón por un lado del marco. Claro todos los del equipo felicitaron al Sabbath y éste modestamente decía: “Aún hay más..!!”

Y colorín colorado esta ensalada ha terminado, y al que se encabrone le receto atol, pozol y vinagre, y si no le gusta, que trucu tu trucu…!!!