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Ensalada de Letras 23 de Septiembre

De mayitos, pendejadas y cosas piores…

V.- Vaya pues tal parece que el siempre ilustre Pompis Soto, quien peina un chingo y dos montones de canas por pensar a lo cabrón sobre lo que me mandará acerca de las pendejadas, que según él son cometidas por sus eternos y odiados mayitos al 100%, siendo por ello que no bien llegó a mi lionera me dijo: “Veras Mac si hay o no hay mayitos pendejos a lo cabrón, tal como el profe Eduardo cuyo apellido omito por aquello de no te entumas, lo que te chismeo me tocó verlo en días pasados cuando tuve que ir a mi tierra Ciudad Obregón y otro día pa’ colaborar contigo me fui en chinga a Navojoa, pero verás que suerte tuve, pues llegando al hotel escuché cuando un mayito de apellido Ponce y quien le mandó saludos a un sobrino que tiene en Agua Prieta le contaba al encargado del recibidor sobre un detalle que le había pasado a principios de verano cuando al caminar por una céntrica calle lo hizo con tan buena suerte que se encontró tirado un portafolios que se dejaba ver hinchadito, y al suponer que estaba lleno de billetes, de volada cuidando que nadie lo viera haciéndole al conejo, misterioso y pendejo, escurriéndose entre las paredes lo llevó a su casa donde lo abrió.. Entonces el encargado hotelero le preguntó: “¿Y qué traía adentro?”.

“No pues un chingo de documentos” -contestó-.

“¿Documentos? y qué hiciste con ellos?”.

“Pos qué querías que hiciera -respondió-, pos a güebo al no quedarme de otra, hay los he estado pagando poco a poco..!!”..

Balconeadas…

E.- En verdad te digo, me decía “El “Duermesolo” que viene siendo el cabrón rata que voltea en chinga  cuando le gritan “Tato” Sánchez, quien se refería al vicecónsul de allá del terreno de los corrales de exportación de ga-nado, al que mejor se le conoce como Daniel “El Mito” Otero, que a decir verdad es un cabrón que todo se lo pasa por los meros pinches y pecosos güebos, te digo tal Mac por lo que en días pasados al estar haciéndole compañía tratando de darle mate a una pachita de mezcal, siendo cuando se acercó a nosotros Pepe “El Mono Sonso” Gastélum, quien a manera de saludo le dijo:

“Esele mi güen Mito, ¿cómo has estado?”

“Pos bien o mejor dicho súper bien”.

Y el cabrón “Mono Sonso” de nuevo pregunta: “¿Y su ñora, cómo está?”.

“Regular, así así nomás regular”, respondió el Mito.

Por lo que de volada el cabrón Pepe le cuestiona:

“¿Regular Mito, regular?.

Por lo que mira Mac, siguió diciendo el Tato, pos ya sabes que tan jijo es el cabrón del Mito, quien al escuchar cuando su compa del alma le pregunta:

“¿Pos que está enferma?”.

“No, ni madre -contesta el Mito- te digo que está regular porque tengo un chingo de rucas escondidas que están mucho mejores que ella…!!!”

De presumidos…

D.- Después de un chingo y dos montones de no ver al Pancho “El Mochotas” Gómez, quien pa’ justificar su larga ausencia me contó que se había agarrado a chingazos con unos periodiqueros que estaban chingue y chingue contra su papi Demetrio y que dado que ellos eran casi media docena de cabrones y que gracias a que es cinta negra en taekwondo, los puso moros a chingadazos pero que aún así ellos le habían desfigurado su linda feis por lo que cuando lo miraba la gente, de pura vergüenza se ponía coyoyayo y optó por encerrarse a piedra y lodo, pero ya una vez que se repuso, a manera de festejo decidió ir al Intimo Bar a dejarse cai entre pecho y espalda, unos cuantos churumbones de tequila reposado, siendo cuando al estar acomodado frente a la barra, misma que al igual que los reservados y mesas se encontraba repleta de pixtiadores muy conocidos, tales como “El Pelón” Othón, “El Tiburón” Olivares, “El Cabezón” Othón, “El Bacho” Chávez, “El Gordo” Quirrín y un chingo de borrachines, todos que ahí esperamos a una de las muchas nenorras que van a chupar, para al conseguirlas pa’ más que pronto nos aventamos a remojar la brocha, siendo cuando más alegre estábamos que escuchamos un tremendo chingazo que dio la puerta cuando fue abierta de fuerte patada que le dio el cabrón Chuy “El Tipi Tipi” Pino, quien traía la cara manchada de colorete que dibujaba un chingo de labios, quien al tiempo que dejaba ver una sonrisa de oreja a oreja, al pararse en el centro de la cantina a toda voz y muy apanterado gritó:

“Orale pinchi bola de güeyes, hablen, griten, hagan lo que quieran, a mi me la pelan y pa’ que chepen los acabo de hacer chivos a todos..!!”.

No bien terminó en decir tal, cuando más de cuatro en forma amenazante se pararon frente a él y le dijeron:

“A ver pinche flaco jijo de la chingada, vuelve a repetir lo que gritaste, pa’ de volada reventarte el hocico..!!”.

Pero verás Mac, -siguió mitotiando el Mochotas-, la neta es que por conocer más que bien al cabrón “Tipi Tipi” me imaginé saldría en chinga a perderse y pa’ sorpresa mía, de manera apanterada dobló los brazos a manera de jarrito, se puso los puños sobre la cintura y de la forma más cómica que desafiante volvió a gritar:

“Síii pinche bola de culeros, pa’ que se piquen les vuelvo a decir en su mera jeta que acabo de hacerlos chivos a todos y a uno por uno y para probarles que así es nomás liquen, piquen y califiquen si no fue así, ¿por qué creen que traigo la feis toda pintarrajeada de besos?, por eso, porque los acabo de hacer chivos a todos…., pos me acabo de coger a mi vieja..!!.

De trapecistas…

T.- Ta cabrón tener amigos tan discretos tales como los que tiene el popular Rafael Othón, mejor conocido con el remoquete de “El Pelón”, me refiero al “Pachicho” Olivares, mismo que al encontrarme en el estadio de los veteranos al estar contemplando el chingo de hediondilla que se deja ver cerca del campo de juego, éste en cuanto tuvo la primer chanza me dijo:

“Verás Mac, tú dime que clase de cabrón es el pinche Pelón, te diré por qué, como ya sabrás que en semanas pasadas llegó un circo en el cual venían payasos y trapecistas que hacían un chingo de piruetas en el aire, por lo que claro se llevaron un montón de aplausos, al terminar la función me pidió “El Pelón” que le diera un aventón pa’ su chante y al llegar su señora nos preguntó dónde andábamos, por lo que le hicimos saber que en el circo, siendo cuando “El Pelón” le dijo:

“Fui al circo viejita y ví en el trapecio a una chulada de mujer, que sostiene con los dientes a su marido”.

“Bah, -dijo ella al tiempo que se puso de pie y con la ‘palma de la mano se sobó el señor nalgatorio-, yo te sostengo a ti con otra cosa y ni presumo..!!”.

Y colorín colorado esta ensalada ha terminado y al que no le gustó le doy la bendición de la hormiga: Chingue a su madre y Dios lo bendiga..!!