Notas

Agua Prieta no es una ciudad maldita…

Por Juan Valente Rivera Aguirre

En declaraciones que el exalcalde Baudelio Vildósola hizo a Javier Mercado y que aparecieron en el número anterior de El Clarín, hay no sólo pesimismo, también exageración. Decir que “Agua Prieta tiene una maldición muy fuerte, pues nada progresa, nada avanza”, es maniqueísmo puro.

Es cierto que Agua Prieta, como casi todas las ciudades de la República, no ha tenido el desarrollo que puede y merece, pero eso no quiere decir que estemos en el mismo punto de “estancamiento” que según Vildósola “no es de ahorita, viene de varias administraciones anteriores….”. ¿Estará incluyendo la que él encabezó?. Quienes hemos vivido siempre en Agua Prieta y somos eclécticos a la hora de analizar nuestro entorno, necesariamente tenemos que disentir de lo expresado por el exalcalde.

Primero veamos someramente el renglón educativo. Hoy a diferencia de hace pocos años, tenemos varios planteles a nivel bachillerato y ahora hay también varias opciones para estudiar una carrera profesional sin que los alumnos tengan necesidad de abandonar su pueblo. Hay un Tecnológico de primer nivel, una Universidad “Unidep” donde hasta adultos no muy tiernos, han tenido oportunidad de realizar sus sueños educativos, ya que pueden estudiar y trabajar. Tenemos también una extensión de la UNISON con edificio propio.

En el aspecto deportivo en los últimos años el avance es increíble en lo que atañe a organización de las diferentes ramas del deporte y más en lo que se refiere a espacios para la práctica del mismo.              Las mejoras que se hicieron a la Unidad Deportiva, entre ellas la instalación de pasto sintético han dado a los deportistas un nuevo incentivo en la práctica del deporte. Se cuenta también con dos flamantes gimnasios, de halterofilia y gimnasia.

Canchas escolares tienen pasto sintético y campos de beisbol olvidados por años cuentan ya con alumbrado. Las mejoras en campos de beisbol o de fútbol están a la vista de todos, por cierto que en esto debe reconocerse el trabajo, empeño y terquedad de quien fue director del Instituto del Deporte, Omar Noriega. Así pues, en cuanto al deporte no se puede hablar de estancamiento…

Por otra parte hoy contamos con una Casa de la Cultura que aunque de ella solamente se ha realizado la primera etapa, desde hace dos años en comodato el Ayuntamiento atiende a cientos de niños y jóvenes, que emplean su tiempo libre en cosas positivas. Además debe decirse que es la única Casa de la Cultura de toda la República en la que los estudiantes no pagan ni un solo centavo ni por la inscripción ni por las clases.

Este centro cultural comenzó a hacerse realidad con la Escuela de Bellas Artes que fundamos con un grupo de ciudadanos altruistas, padres de familia y maestros de arte y que pudimos sostenerlo sin apoyo oficial de ningún tipo sin presupuesto ni recursos, de 1992 a 1999 en locales prestados hasta que nos quedamos sin espacios.

Como no era posible seguir en la calle y como ningún gobierno ni municipal ni estatal daba muestras de resolver el problema, una vez más la sociedad civil se organizó para levantar un edificio que albergara las bellas artes.

Del Ayuntamiento presidido por Antonio Cuadras quienes integramos el Patronato o Asociación de la Casa de la Cultura, no sólo sufrimos zancadillas, también represalias, al grado de tratar de escamotearnos unos recursos otorgados por Conaculta. En esa administración, de la que lo que por cierto Baudelio formó parte, se negaron a darnos el reconocimiento oficial (una simple carta que dijera que el patronato existía) para obtener de la Asociación María Trinitaria material para la obra, material que no recibimos por falta de esa carta. Sin embargo la Casa de la Cultura que hace poco era una quimera, allí está, dando un excelente servicio.

En obra pública en los 2 últimos trienios con las administraciones de Vicente Terán e Irma Villalobos se logró un gran avance que los obnubilados no ven y los necios no quieren reconocer. Para no hacer muy largo el comentario y como de muestra sólo basta un botón, únicamente se menciona la obra de electrificación y pavimentación que no la igualan todas las demás administraciones juntas, y eso no solo significa más salud y menos contaminación, sino miles de metros de líneas de drenaje y agua potable.

¿Desempleo? Desde hace varios meses empresas maquiladoras están solicitando trabajadores. Comprobado.

Y si algo hay aquí de maldición, lamentablemente tenemos que aceptar que sufrimos una crisis moral, cívica, social y política.

Ah, en lo que sí tiene toda la razón mi amigo Baudelio es en el abandono de los gobiernos estatales, abandono que algunos gobernantes locales y la sociedad civil han contrarrestado con trabajo y amor al terruño.

No, Agua Prieta no es una ciudad maldita, es una ciudad a la que como dijo en una canción el tabasqueño Alonso Martínez Nieto “el que llega no se va y el que se va se regresa”. Es una ciudad que necesita de la atención del gobierno y la buena voluntad de todos los que somos sus habitantes. Es un pueblo que requiere que una vez pasadas las campañas políticas, nos olvidemos de colores partidistas a la hora de tomar decisiones y trabajar para que Agua Prieta siga adelante…

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